07 marzo, 2006

Víctimas del terrorismo

Es una verdadera lástima que un asunto tan serio como el terrorismo sea utilizado como arma de doble filo por los políticos. Si preguntásemos a las víctimas en quienes piensan cuando unas balas les hieren, y unas bombas les matan la gran mayoría respondería que... precisamente en ellos, en los políticos.

Las ideas políticas siempre han sido las promotoras de la violencia. Izquierda y derecha. Dos extremos opuestos desde que el mundo es mundo. El ideal político siempre ha tenido fuerza aunque fuera de un extremo u otro. Los bohemios pueden soñar en lograr los ideales puros de la política, pero las generaciones presentes entran en el juego del todo vale incluido el terrorismo.

La política es necesaria en un país porque, de lo contrario, reinaría el caos. Pero las víctimas del terrorismo sólo saben lo que ocurre en su vida diaria. Es un padre de familia, una madre que lucha día a día o un niño que tiene toda la vida por delante. Son pintores, catedráticos, profesores, militares, políticos, peluqueros, enfermeros pero, sobre todo, personas.

Las clases políticas no pueden jugar verbalmente con algo tan serio como son las personas. A todos nos importa si un preso que arrebató la vida a cientos de personas saldrá, o no, de la cárcel. Si sale de ella volvemos a situarnos en un punto de mira… más, y si pensamos en esta situación más veces de las debidas no vivimos. Vivir resulta necesario. Los políticos no deberían utilizar los lamentos de alguien que permanece con vida, ni los recuerdos de alguien que ya no está para conseguir más votos. Estas situaciones hacen detestar la política.

No debemos olvidar que las víctimas elegidas al azar, por la mente de alguien que no mereció nacer, podemos ser todos.




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